El hecho de que haya llegado a la silla constitucional de un Estado, un individuo como Silvano Aureoles como gobernador de Michoacán; debe ser una vergüenza para esa entidad federativa, pero también para todo el país y una preocupación de autoanálisis por la conformación del Estado Mexicano, y de una sociedad que no solamente acepta a un indeseable político, sino que en vez de repudiarlo, muchos le ofrecen muestras de agradecimiento y reverencias por ser vividores del sistema podrido o querer sacar taja de la investidura que indignamente sostiene. En las investigaciones del actual gobierno sobre el caso Ayotzinapa, que apenas se están iniciando, bastó nada más una simple hojeada al expediente negro, para que ya estén saliendo personajes cercanos a Aureoles Conejo, que sin dignidad humana alguna, el gobernador de Michoacán ya está justificando, y que los presuntos curiosamente, han formado su estructura policiaca del repudiado gobernante michoacano. Ahora que apareció un vídeo en donde se muestra la aplicación de tortura a uno de los implicados en el caso Ayotzinapa; el gobernador de Michoacán de manera inmediata aseguró que eran imágenes manipuladas, en una conducta parecida al exprocurador Jesús Murillo Karam, que a segundos de tener en sus manos el caso de la matanza de estudiantes, de una sola hojeda, aseguró que el ejército no estaba implicado en tal atrocidad.