Tijuana se convirtió en el aparador real del sentir de la población respecto a sus gobernadores, con el motivo de la reunión de funcionarios públicos en el Acto de unidad en favor de la dignidad de México y la amistad con Estados Unidos. El aplausómetro comenzó a funcionar cuando se tuvieron que mencionar los nombres de los presentes, y en donde los más repudiados por medio del silbido fue el inepto de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán y Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México. En contraste, Marcelo Ebrard Secretario de Relaciones Exterores y Claudia Sheinbaum Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, fueron de los más aplaudidos. La diferencia notoria fue en el caso del esposo de Victoria Ruffo, ya que aunque en esta ocasión Omar Fayad, el gobernador del Estado de Hidalgo no fue abucheado, tampoco se oyeron los aplausos y los gritos de júbilo que se escuchan en sus discursos en donde se hace acompañar de sus paleros y porras pagadas. Los encuestistas que señalan que el Presidente de la República ha perdido popularidad y que su porcentaje de aceptación ha bajado al 55 por ciento; tuvieron que esconder la cabeza, ante el recibimiento, los aplausos impresionantes y el grito de ¡Presidente, Presidente! para el mandatario federal, y el renacer del grito popular de "Es un Honor estar con Obrador". El pueblo que Andrés Manuel López describe como "bueno y sabio" se reunió en familia, pero sin chabelo.
