Se necesitaba una urna como la de Julio del 2018, para constatar en volumen, lo que ya mucho se decía; que televisa y sus noticieros estaban por lo suelos en credibilidad. Ni sus cañones de mayor alcance , fueron suficientes para evitar que la izquierda pudiera llegar a la Presidencia del país, y sobre todo, representada por Andrés Manuel López Obrador, el hombre más atacado mediaticamente en la historia de los instrumentos de comunicación electrónicos. Ante el escalabrar de López Dóriga, Loret de Mola y otros lectores de noticias de Televisa, que habían llegado supuestamente a fortalecer la guerra electoral, es ahora la brillante periodista Paola Rojas quien todavía se encuentra pulcra entre el lodazal de cerdo. Paola Rojas quien logró que su noticiario A LAS TRES de canal 4 y 9, fuera de los últimos informativos clásicos en la televisión, como alguna vez lo fue 24 Horas y HOY MISMO, situación que no dieron los mismos resultados, los intentos fallidos de Adela Micha en sus espacios informativos; ahora es la informadora fuerte para recuperer credibilidad en la empresa de la persiana naranja. Es hora de ponerla en los horarios de peso junto a Denise Maerker y no como una grúa de estorbos, y así jalar a Loret de Mola para evitar se ahogue en los bajos índices de audiencia y fortalecer los programas matutinos.No nos cabe duda que Paola es la única quien puede salvar al moribundo. Y lo puede hacer por su capacidad, por su presencia física, por su preparación e inteligencia, que son un imán irresistible para el televidente. Televisa la necesita para salvarse de este caos que sumergen a la televisora en la crisis más severa desde su creación. Sin embargo no bastará el quehacer de Paola, sino que se deberá cambiar de tajo, la línea editorial de la empresa que la han llevado a alejarse del televidente y que si lo mantiene todavía ante el televisor, es únicamente por el monopolio televisivo. Es importante que se le brinde a Paola un espacio importante, en la mañana, en la tarde , en la noche o los fines de semana, o en el horario que se disponga, pero eso sí, con la investidura estelar y sin regatear los recursos, que la comunicadora se merece.