El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, fue
el primero en tomar la palabra en el Acto por la Unidad, quien aseguró que no
habrá cobro de aranceles por parte de Estados Unidos a partir del 10 de junio,
pero alertó que es necesario que el Gobierno se mantenga atento. Señaló que en
el acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos se estableció que México recibirá
a 8 mil migrantes que están a la espera de asilo, y les brindará apoyo y atención
en el territorio nacional.Reconoció que en la negociación con Estados Unidos no
se ganó todo lo que se planteó, pero sí se impidió la aplicación de aranceles y
se cumplió la misión encomendada por el Presidente. Por su parte el Presidente
de México, Andrés Manel López Obrador señaló: “Estados Unidos y México no son vecinos distantes. Comparten
una frontera de tres mil 180 kilómetros de largo, ejercen una influencia
cultural mutua y las historias nacionales de nuestros países están entrelazadas
en numerosos episodios de hostilidad, pero también de cooperación y
entendimiento. Al presidente Donald Trump no le levanto un puño cerrado, sino
la mano abierta y franca, y le reiteramos nuestra disposición a la amistad, el
diálogo y la colaboración. Manifestamos, asimismo, nuestra determinación de
mantenernos al margen de los asuntos internos de nuestro vecino y cercano país,
en congruencia con nuestra política de principios, de que no haya injerencias
extranjeras en las decisiones que solo competen a la soberanía de nuestro
pueblo.Estoy orgulloso del trabajo profesional, político y diplomático de la
delegación mexicana que estuvo a cargo de este complejo asunto, encabezada por
el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard. Agradezco
también la solidaridad de los mexicanos, de todas las clases sociales, de todos
los sectores, de todas las corrientes del pensamiento, que no titubearon en
manifestar su apoyo en la defensa de la dignidad de México y en preservar la
amistad con el pueblo de Estados Unidos.¿Qué sigue? Cumplir puntualmente los
compromisos, reforzar nuestra frontera, aplicar la ley y respetar los derechos
humanos. Promover la aplicación inmediata del programa de desarrollo de la
CEPAL para impulsar las actividades productivas y crear empleos en
Centroamérica y en el sur-sureste de México. Desde la semana próxima estaremos
ofreciendo oportunidades de empleo, educación, salud y bienestar a quienes
esperen en México su solicitud de asilo para ingresar legalmente a Estados
Unidos”. Y sentenció: “México es un país con muchas riquezas naturales, con un
pueblo noble y trabajador. Tenemos la herencia de grandes civilizaciones y de
culturas practicantes de una ética social extraordinaria, que nos han dejado el
hábito y la enseña mayor de poner por delante el amor al prójimo, la ayuda
mutua y el hacer el bien sin mirar a quién. Si a pesar de nuestras diferencias,
como lo demostramos en estos días, actuamos juntos, sin odios, con honestidad,
humanismo y sentido de la justicia, seremos cada vez más fuertes en el
concierto de las naciones y capaces de remontar cualquier adversidad para
consumar el gran objetivo de construir una patria nueva, próspera, pacífica y
fraterna en la que reine por siempre el ideal del bienestar y la felicidad”.