martes, 18 de junio de 2019

PAGINAS NEGRAS














De pronto se notó el crecimiento de literatura de mala calidad, frívola  de falsos consejos de superación personal y  falsas fórmulas para el empoderamiento, así como de escritores primerizos y al vapor, que encontraban refugio en el surgimiento del  “Grupo Rodrigo Porrúa” con el pretexto de buscar nuevos valores de la literatura, y  en donde los escribanos  se sentían orgullosos de pertenecer a dicha editorial, que aparentaban confundir,  convenencieramente, con  la legendaria y mejor conocida  “Editorial Porrúa”,  que es la Librería Porrúa Hermanos y Compañía S.A. de C.V  que fue fundada por los tres hermanos Porrúa, provenientes de Asturias, España, José Porrúa, Indalecio Porrúa y Francisco Porrúa por el año de 1900.  Al igual que aquella “Editorial Miguel Angel Porrúa” que le publicó su libro al finado político Rafael Moreno Valle para hacer fraude a la ley electoral y anticiparse  a actos electorales, y en donde se señaló   en un comunicado emitido por José Antonio Pérez Porrúa  que “Editorial Porrúa” solamente había una; de la misma manera ahora surgen quejas en contra de grupo Rodrigo Porrúa, tal y como lo expresó la actriz y cantante Sandra Montoya en un vídeo en sus redes sociales  destinado para la opinión pública y medios de comunicación,en donde la artista señala haberle entregado una cantidad económica al editor Rodrigo Porrúa desde hace aproximadamente un año,  para la elaboración   de un libro de su autoría, y que es hora que no ha salido la publicación de la obra literaria ni la devolución del dinero entregado. Montoya exhibió documentos que aparentemente sustentan la relación contractual respectiva, pero no advierte con claridad la presentación de alguna demanda civil o penal en contra del supuesto incumplimiento o fraude. Siempre estaremos a favor de quien escribe y de quien publica, y es responsabilidad de los lectores y únicamente de ellos, seleccionar su tipo de lectura, y que  siempre será preferible leer un mal libro, que seguir un mal programa de televisión; sin embargo,  resulta reprobable el aprovecharse de los incautos que piensan publicar o comprar un libro; creyendo que  están respaldados por una editorial que han conocido desde hace muchos años, cuando en verdad en un juego de palabras y apellidos, resulta ser otra. Es tanto como no distinguir lo que es un Premio entregado en el Senado  de la República que un Premio  entregado por el Senado de la República , o  un Honoris Causa entregado en la UNAM que por la UNAM . El mundo de las apariencias vemos que también tiene su precio.