viernes, 28 de junio de 2019

EDITH GONZALEZ DESDE SU BALCON
















Edith González se convirtió en una estrellas de Televisión al pertenecer en la primera generación potencial del Centro de Capacitación artística de Televisa, en donde se quería reproducir a como diera lugar, el éxito intercontinental de Verónica Castro, pero también, el modelo prototipo de la estrella  juvenil, dinámica, multifuncional y cuyos atributos artísticos se acompañan en armonía con la atracción física.  La belleza rubia y los ojos claros iluminantes de Edith, fueron esenciales para llamar la atención del televidente.  De la generación de Rosalía Váldez que se perdió en el horizonte, de  Laura Flores,  de Victoria Ruffo y Ericka Buenfil, las más sobresalientes; Edith entraba un tanto apretada en el grupo de consentidas del público, pero con facilidad al grupo selecto del dueño de la televisora y de su monopolio electrónico. Los privilegios hicieron de Edith, una personalidad que no tenía límites a sus caprichos y que se mecía más entre el mundo político que en el roce con su público.Fue en los últimos años de su vida, que Edith a raíz de su enfermedad, estuvo más cerca de sus seguidores y ya con una madurez importante como actriz. Sin embargo los honores  tras su fallecimiento, que solamente se le han hecho a María Félix y a Cantinflas, -y a Julio Alemán por los mismos motivos que a Edith-, en el teatro Jorge Negrete; obedecieron más a su cercanía con las altas esferas de la sociedad que así lo determinaron, que a la emoción del pueblo, ya que sí, a popularidad se refiere, se llora con mayor fuerza la partida de  Christian Bach o de Gualberto Castro, quien siendo actor y cantante, es velado en una funeraria de la Colonia Del Valle y no  frente a las butacas en honores, del teatro Jorge Negrete.