El Presidente mexicano le puso un tapón en la boca al mandatario Donald trump y sin dominar tanto el idioma inglés, como presumía, el tramposo que quería ser Presidente, Ricardo Anaya. El gobierno lópezobradorista con diálogo logró que no se cumplieran las amenazas gringas de imponer aranceles excesivos en contra de México y de obligarlo a cerrar sus fronteras a los países centroamerivcanos. Aunque esta mañana Trump publicó en sus redes sociales que "Hemos firmado y documentado otra importante parte del
trato en materia de inmigración y seguridad con México, que EEUU había estado
pidiendo por muchos años. Será revelada en un futuro no distante y vamos a
necesitar un voto del cuerpo legislativo mexicano.No anticipamos ningún
problema con el voto, pero si por alguna razón la aprobación no llega, ¡los
aranceles serán reinstalados!", lo que quienes están enojados por la impecable operación lópezobradorista, como un problema no resuelto; taes guerras verbales de Trump seguirán a su estilo, pero en los hechos la bomba ha sido desactivada: El Presidente Gringo sigue en su plan de escándalos, y amenaza en casi de incumplimiento de lo pactado con el gobierno mexicano, pero ahora solamente será cuestión de cuidar las formas en la ejecución de lo comprometido. Trump ha sido ponchado, pero también es cierto que su palabra de honor no es una garantía, y que sus amenazas eran motivo de un juicio internacional,aunque el gobierno mexicano prefirió el diálogo y el acuerdo.