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Se alaban, se siguen y hasta se lloran; los famosos que no son artistas y cuyo único mérito es haber aparecido en televisión y con ello cercanos al pueblo, aunque nunca se hayan preocupado por sus seguidores y sí por su escandalosa parafernalia. A México han dejado de venir las estrellas internacionales de la calidad artística de Myriam Hernández, quien en su reciente Tour, ha visitado hasta Estocolmo y no se ha planeado en México, un magno concierto de la cantante chilena, que por estas fechas, ya debería estar anunciado con bombo y platillo. esto demuestra que nos hemos alejado de las grandes figuras y hemos dejado una aduana libre para los pasajeros espejismos físico. Nos han cambiado mediaticamente, la mejor expresión artística de los no nacionales, por aquellos que están presentes en las listas d los influyentes. Pocas veces podemos disfrutar de una gigante como Myriam Hernández y a cambio nos quieren imponer como premio de consolación a actrices popis de mala a mediana calidad o a balseras gritonas, que en su país a nadie les interesan, pero que en meses en nuestro país; ya tienen hasta chofer mexicano a quien regañar.