Bien comer, bien mamar y todos felices; ha sido la mecánica
para que la Sociedad de Autores y Compositores que preside Armando Manzanero,
marche en paz y con reflectores para su
líder. Pasan los años y no se logra que la radio y la televisión de una vez por
todas, tengan la obligatoriedad de mencionar, el nombre y el autor del tema que se programa, y quitarnos de una vez
por todas, la ignorancia auditiva, de que las canciones de Alvaro Carrillo o de José Alfredo Jiménez que
canta Luis Miguel no son de Luis Miguel. Y ya ni que hablar, de la programación
de música tradicional mexicana, que
solamente se logró mantener en el cuadrante, cuando Manzanero lambisconeó al
anterior Presidente de la República, y
en donde el mandatario le prometió
mayor difusión musical en la XEB, cuando la XEB siempre la ha programado. Sin
embargo la voz de Peña Nieto sirvió para que durante los últimos seis meses del sexenio peñista,
se haya programado música con mariachi, y una vez terminada la deferencia
presidencial, no hubo ningún acuerdo ni proyecto que haya respaldado esas
acciones para continuarlas, tal y como habíamos señalado podría ocurrir con todo y que reconocimos el logro inmediato. Ahora la SACM quiere
controlar el derecho autoral en plataformas digitales y descargas, situación
que parece correcta, sin embargo es
agraviante que no se distinga entre el uso de autorías con fines de lucro y
aquellas con fines de difusión cultural, ya que por no hacer esta división, el
cheque está matando la aportación musical, que antes del internet, se corría de
oído en oído por los ascendientes y también por el canto libre, en lugares públicos. Con
todo y que ante este medio informativo, comisionados de la SACM han manifestado ser
incapaces de solucionar, la mención en los medios del autor del tema en programación
y no solamente su intérprete; por otro lado los multiples homenajes a
Manzanero no paran, y no existe ninguna
labor para dar a conocer a aquellos compositores cuyos nombres son casi
desconocidos, aunque sus temas no. Y eso
que a Don Armando Manzanero no le gustan los reconocimientos llenos de
alabanzas, según dice. Manzanero ha marcado una época en la composición y tiene
grandes temas que incluso no son tan conocidos; pero en la Sociedad de Autores
y Compositores ha sido únicamente un símbolo estático, cuya figura pareciera
que por gracia propia, será la solución de los problemas de los creativos y no las acciones
inteligentes y empeñosas que se puedan hacer al respecto.