A cada personaje corrupto que el grupo económico antiprogresista le brindan su confianza, parece ser contraproducente, y en vez de debilitar, lo que hacen es fortalecer al lópezobradorismo. El gobernador del Estado de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a quien quieren construir como un verdadero opositor del actual presidente y ejemplo de gobierno,al no haberles servido ni Anaya, ni Aureoles, Ni Mancera, ni Jaime Bonilla, ni Meade, ni Javier Corral para tales fines; no solamente hizo el ridículo al querer sacar al Estado de Jalisco de la conformación federalista, sino que volvió a exhibirse, al ordenar se abriera el Estadio Akron de Chivas en su partido contra América en los cuartos de final del GUARDIANES 2020, con tal de aparentar que sus medidas arbitrarias en la zona de la joya de occidente, para controlar los contagios del coronavirus, habían sido eficaces, al grado de darse el lujo de que en Guadalajara se pudiera jugar el primer partido de fútbol, después del encierro social para evitar el COVID19. Pero el mandatario local, que no ha leído el manual de ética promulgado por el Presidente de la República, y ante el aumento de contagios, tuvo que volver a cerrar el coloso chiva, por lo que una semana después de su apertura, ya no se pudo jugar el partido de semifinal de Chivas contra León. aunque los voceros del condicionamiento mediático, quieren sembrar la percepción de que existe confianza en Alfaro y no aceptación en López Obrador; resulta que el sol no se puede tapar con un dedo, y aunque se queden disfónicos de criticar el no uso del cubrebocas de Andrés Manuel López que ha preferido mejor cuidar su sana distancia, y aunque se vuelvan locos en alabanzas al mandatario de Jalisco, que incluso anuncia el reinicio a clases de primaria, sin importarle la integrar física de los escolares, es notorio que Alfaro es un oportunista sin oportunidades.Más en www.somoselespectador.blogspot.com
