viernes, 18 de diciembre de 2020

¿CUAL ES LA SEÑAL CON VALOR?

























Sería repetitivo, señalar las fechorías de Ricardo Salinas Pliego, que tantas ocasiones las hemos enunciado, y que son las razones por las cuales lo hacen una persona despreciable y el claro ejemplo del hampa empresarial, que muchos tratan como un hombre respetable y ante tal actitud se vuelven igualmente de despreciables. Aunque fue una propuesta de diferentes empresarios incluyendo a Salinas, colaborar con ideas para el Presidente López Obrador, las cuales el mandatario  no ha puesto en  práctica ninguna de ellas pero prefirió aceptar la comisión empresarial para evitar desgastes innecesarios, no deja de molestar que individuos de esta calidad moral sigan de malhechores como si nada, con todo y que se le ha movido el tapete ante el reclamo de su pago de impuestos que en otros sexenios no cumplía o se le condonaban, y con todo que la llegada del lópezobradorismo a la presidencia del país, ni tiene el respaldo de la  conciencia social de la revolución Francesa ni el corte de cabezas de la Revolución Rusa.  Mientras existen mexicanos que hacen todo lo que les ordenan los voceros condicionadores de la televisión, inclusive pedir convulsivamente que el Presidente use el cubrebocas y anteriormente decir que en la democracia  se respeta y se gana con un solo voto; también  existen otros mexicanos inteligentes pero que por necesidad tienen que salir a la calle para sobrevivir aún con la terrible pandemia del coronavirus, y utilizar transporte público y en caso de enfermar no contar con ningún servicio médico; y con todo ello, le  resulta fácil a  Salinas Pliego  bajar la guardia de las precauciones sanitarias y no cancelar sus fiestas de fin de año de TVAZTECA y presumir fotografías, que sabía se harían  públicas, en donde sin cubrebocas y sin sana distancia y sin respetar el número mínimo de personas  para una reunión, ha festejado con sus muñecos de ventrílocuos que se dicen comunicadores, en plena emergencia sanitaria. Con un incremento de contagios y fallecidos en México  que no se habían registrado desde el inicio de la pandemia del coronavirus, y con una saturación hospitalaria a punto de explotar sin que se encienda la luz roja más que la petición de las autoridades de salud de no salir de casa si no es necesario y no organizar fiestas navideñas ni siquiera con la familia y así no agravar la otra pandemia que es la  económica; resulta que el banquero, concesionario de televisión  y empresario de Grupo Salinas, desafía la rectitud ciudadana y  provoca a la imitación de los veleteros intelectuales. Más en www.somoselespectador.blogspot.com