La Federación Mexicana de Fútbol necesitaba un experto en
corrupción , y lo consiguió en la figura de Mikel Arreola, que no tiene
experiencia como ejecutivo del deporte, pero sí en el saqueo del Instituto
Mexicano del Seguro Social cuando fue director de dicha institución pública, y que decía que ya no había números rojos en el sexenio de Peña Nieto, y
que también se robó hasta los lápices de las partidas presupuestales de la
COFEPRIS, pero que ahora será indispensable para justificar las evasiones
fiscales y posible lavado de dinero de los dueños del balón, sobretodo que es sabido, que el gobierno
lópezobradorista ha puesto la vista en
la investigación financiera de dicha federación, y que le ha eliminado presupuesto derivado del erario público a clubes que recibían enormes cantidades, siendo que pertenecían
a empresas con altas ganancias, como es el caso del Club América que pertenece a Televisa, Los Pumas que mucho
tiempo habían dicho que pertenecían a la Universidad Nacional Autónoma de
México sin ser así, o el Cruz Azul que prácticamente era una Sociedad Anónima disfrazada
de Cooperativa, y cuyo Presidente Guillermo Alvarez, no ha dado "señales de vida" desde el pasado 22 de julio, que asistió en la presentación de la nueva playera del
Cruz Azul, y que ahora está prófugo de la justicia por defraudación y delincuencia
organizada. No se sabe si Enrique Bonilla, actual presidente de la Liga MX,
dejará el cargo a partir del siguiente año o se dedique a las relaciones internacionales
de la FMF al lado de Mikel Arriola o sea el excandidato priísta a la Jefatura de Gobierno de la CDMX,
quien se haga cargo de nuestro futbol y
lógicamente, de su “ingeniería financiera”.
Enrique Bonilla llegó a la presidencia del fútbol mexicano tres años antes de la finalización del
mandato sexenal de Enrique Peña Nieto, cuando la situación fiscal e ingresos públicos a
negocios privados, marchaban de maravilla. Más en www.somoselespectador.blogspot.com