domingo, 27 de diciembre de 2020

DEFINICIONES EQUINAS

 



















ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-El pueblo es quien permite la ignorancia, el gobierno solamente la   alimenta. Aunque el cambio presidencial está dado con la derrota priperrepanista, -fusión que tanto fue ocultada como sí se tratara de diferentes partidos que se aborrecían-; resulta que  los pocos avances del desmantelamiento abusivo del presidencialismo son reducidos a su menor escala ante una sociedad que confunde el conocimiento con el cimiento pero que ambos los tiene debilitados. La mayoría de los ciudadanos adultos contemporáneos , pertenecieron a una generación  de conformismo mental, en donde la mayoría  estaban obligados a estudiar con el único fin, de supuestamente conseguir riqueza en la licenciatura que muchas veces no consiguieron sus padres,  y  en donde el cambio político siempre les ha representado miedo y un atentado  a su comodidad intelectual, por lo que ante los cambios tan agresivos en la vida pública más no política como los que está viviendo el país, les  resultan indigestivos y carentes de análisis, y mucho menos de asimilación  para explicarles a sus  descendientes lo que ahora ocurre, por lo que sus diagnósticos para el lópezobradorismo son los mismos que para otros sexenios,  así se traten de períodos  pridictatoriales o pripanempresariales, pero siempre con el razonamiento cómodo conclusivo de “todos son lo mismo”, sin resolutivos con determinación y análisis propio. Y con esto, no nos referimos a que el lópezobradorismo pueda ser calificado de excelente, bueno, regular, malo o pésimo, sino simplemente nos referimos a que ni siquiera tienen la capacidad de evaluarlo para poderlo calificar. De ahí parte la tragedia  nacional mexicana,  y de casi todos los países de Latinoamérica,  que aguardan   metas cortoplacistas  basadas en la campaña partidista con la ilusión de que el gobernante  solucione sus problemas inmediatos. La decadencia social y política imitada de los Estados Unidos, parte solamente de una diferencia, y es que el ciudadano estadounidense es un ignorante bajo la protección de un gobierno invasor-imperialista, mientras que el ciudadano mexicano es un ignorante bajo un sistema político corruptor y saqueador sin protección alguna para el comodín votador de cada tres y seis años y que está plenamente extraviado en  la solución  para el progreso de su país, porque ni la conoce.  ni piensa que  forma parte de sí misma. Más en www.somoselespectador.blogspot.com