Cualquier gobierno de cualquier país del mundo se encuentra rebasado ante una pandemia tan terrible y desconocida como la que ahora invade a la humanidad con el coronavirus. También supera cualquier cooperación ciudadana y a cualquier economía; sin embargo en países pobres o bajo el dominio financiero construido perversamente para sometimiento y abuso colectivo, en donde se incluye el dominio de la cultura, la ineficaz educación y la confusión de valores; es que las condiciones suelen ser fatales, ya que encierran una situación en donde la conducta del ciudadano se convierte en direccionada y las determinaciones de gobierno no se polemitizan como sería lo normal, sino que se politizan sin escrúpulos. Así es como los veleteros intelectuales cuando se pide se cierren actividades, reclaman su apertura, pero cuando se abren, reclaman su clausura, y el debate político se enfrasca en políticos y no en determinaciones de gobierno, y se aleja del análisis de la política, y las discusiones se mecen como punto trascendental en la banalidad exagerada, en que sí un gobernante debe o no utilizar el cubrebocas y no únicamente las precauciones higiénicas y la sana distancia. Ante cifras récord de enfermos y fallecidos por COVID19 en el Estado de México y en la CDMX, y con una capacidad hospitalaria que del 35 y 40 por ciento se agotó al 75 según cifras oficiales que no checan con las desatenciones clínicas que se relatan y que nunca antes habían ocurrido con todo y las deficiencias y la carcasa en que han convertido en todos estos años a nuestro sistema de salud; es que después de cuidar la pandemia económica tan importante como la viral, los gobernadores del Estado de México y de la CDMX, y las autoridades federales de salud, tuvieron que salir juntas para informar sobre la determinación de que la zona metropolitana del país, regresara al semáforo rojo; y no lo hicieron de manera separada, por el temor a perder un capital político que pudiera ser arrebatado por el ciudadano direccionado a las conclusiones ajenas que les dictan manipulativamente, los medios de condicionamiento masivo, que están al servicio del poder económico insano, para este país y que solamente no critican los actos de gobierno que van acorde de sus intereses de saqueo antipatriota. Incluso el propio Presidente del País, publicó en sus espacios de comunicación con acceso directo para la sociedad, una foto portando cubrebocas, como se lo exige la línea aérea en donde iba como pasajero, en un claro mensaje subliminal para dejar satisfechos a sus críticos insustanciales, que quieren verlo con cubrebocas. Hoy el pseudomonarca gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo III, la jefe de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum y el subsecretario de salud Hugo López-Gatell Ramírez; con la valentía que les otorgaba ir agarraditos de la mano, se intercambiaban miradas que se decían entre si, ¿quién lo dice primero?. Más en www.somoselespectador.blogspot.com