Nuevamente la joven comunicadora Juncal Solano quien ha resultado una cuestionadora incómoda para los chayoteros, ahora le planteó así al Presidente: “Cuál es su opinión referente a que… Si bien es cierto usted ha mencionado y uno de los pilares de su gobierno ha sido la austeridad y que el servidor está para servir a la nación y no servirse de ella, bueno, hace unos días se dio a conocer que funcionarios como Lorenzo Córdoba van a recibir un aguinaldo por más de medio millón de pesos.Así como también en los últimos días en redes sociales ha sido tendencia un senador de Movimiento Ciudadano muy famoso por sus comentarios machistas, elitistas y despegados de la realidad donde uno de sus videos que se hizo viral señala que ha conocido a gente muy valiosa que vive con un sueldito, así lo mencionó, de 40 a 50 mil pesos y que son muy felices, cuando en realidad esto da mucho coraje, señor presidente, porque siendo México un país en el que, según información del Inegi, el 60.7 por ciento de la población ocupada percibe menos de ocho mil pesos mensuales.¿Qué opinión le merece este tipo de políticos que viven tan alejados de la realidad de México?, que se supone que deberían representar al pueblo, pero que de pueblo no tienen nada y, por el contrario, sólo viven sumergidos en su burbuja de privilegios despegados de lo que en realidad atañe al pueblo mexicano. Y entonces contestó Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México y dijo: “Bueno, lo que está pasando es que hay un cambio de mentalidad, son nuevas circunstancias y hay quienes no advierten de que existe una nueva realidad y que ya no se puede, como siempre lo digo, poner vino nuevo en botellas viejas.Entonces, ¿qué pasaba?Había una especie de enajenación en donde era normal hacer muchas cosas, se le aplaudía al corrupto, se le ponía de ejemplo; el que robaba ni siquiera perdía su respetabilidad, era normal el que se utilizaran expresiones racistas, que no voy a repetir, porque era una falta de conciencia, así, casi colectiva.Entonces, una persona pensaba que no estaba mal decir cualquier cosa, lo veía normal, el obtener una ganancia ilícita se pensaba que era un negocio y que producto de la habilidad y de que era porque se tenían buenas agarraderas, buenas influencias, y había que colarse.Y esas expresiones de que: ‘Oye, yo tengo esto’ o ‘pobre gente que no tiene’ o cosas de ese tipo, no son expresiones, vamos a decir, de mala fe, era una mentalidad que prevalecía, lo veían y lo siguen viendo en algunos casos normal.Es como el caso del rey que llegaron a manifestarse al palacio y escuchaba las voces y les pidió a sus vasallos que le dijeran que por qué esa multitud y por qué gritaban, qué querían. Y uno de los vasallos le dice: ‘Señor, majestad, es que dicen que tienen hambre’, y el rey contesta: ‘¿Y qué es eso?’Pero auténtico, porque así era. Entonces, tenemos que celebrar los cambios que se están dando ahora, que nos estamos fijando en la realidad de los otros, que nos está preocupando la situación de prójimo, que no es nada más cómo nosotros vivimos, sino cómo viven los demás.Pero no es, yo les aseguro, quienes hacen esas expresiones no las hacen pensando que están mal, las hacen como si fuese una cosa normal. Eso, lo que comentabas sobre el racismo, y de gente académica.Una vez transmitieron unas grabaciones -ofrezco disculpas, pero lo voy a decir, porque si no, no nos entendemos- transmitieron una conversación telefónica del actual director del INE, Lorenzo Córdova -yo no me atrevo a aquí ponerlas- hablando de manera racista en contra de personas de pueblos originarios. Y estamos hablando de un doctor en Derecho, una eminencia académica. Por eso no hay que confundir la educación con la cultura, la cultura es muchísimo más, pero mucho más que la educación”.
Así fue el ejercicio de comunicación que en otros sexenios hubiera terminado con un empujón, una intimidación del guarura, la orden de que devolviera el micrófono el interrogante o el surgimiento de una sonrisa sin respuesta. Tanto el cambio de vida del funcionario público de presidencia como de la nueva generación de comunicadores y de los medios en que comunican, merecen un análisis de que vivimos nuevos tiempos y solo los incapaces de reflexión , podrían juzgar con las mismas frases y los mismos diagnósticos, al gobierno lópezobradorista, en comparación con el presidencialismo arraigado a la esencia dictatorial. Porque nadie que se diga reportero, periodista o analista político, puede negar que las dinámicas de las conferencias de Prensa del Presidente, son inéditas, nunca antes vistas en ningún gobierno del mundo, y que además son transmitidas íntegramente y en vivo. Ni la pantomima democrática de los Estados Unidos ha organizado una rueda de prensa presidencial abierta, sin control y selección del interrogante y sin revisión previa de su cuestionario. El cambio de la figura presidencial y de los momentos que vive el país, resultan difícil de asimilar, para aquellos cuya única fuente de conocimiento ha sido el deficiente sistema educativo y la ignorancia predeterminada, que no es una situación fortuita que se haya arraigado en el seno familiar como dominio intelectual e influencia sociológica, económica, religiosa jurídica.- y por difícil que parezca hasta biológica- para adiestrar a juzgar de la misma manera, hechos diferentes; como acondicionamiento subconsciente a la no apertura de cambio, situación funcional para determinados gobiernos; que les resulta importante la crítica gemela sea para calificar o descalificar, pero siempre uniforme y con en el plan de que se critique pero se acepte la misma conducta política y sí se cambia, se siga aseverando que no se ha cambiado. Y así son esta opiniones concluyentes que son inútiles y arcaicas, como el relato de un chiste que no se actualiza y pierde vigencia, pero que resulta una expresión valida aunque inoperante para tomarse en cuenta, y solamente por respeto, ser escuchadas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com