Gran diferencia existe entre ir a una conferencia de Prensa y montar un set como sí se hubiera acudido. México vive tiempos dramáticos pero también humorísticos por el cambio político de nuestros días, que de no ser por la terrible pandemia del coronavirus, nos llevarían a situaciones hasta divertidas ante el enojo de los hampones de la comunicación y los fortalecedores del sistema de corrupción que presumen de estar en contra del sistema. El ejercicio de nuevas doctrinas periodísticas planeadas y otras espontáneas, no provocan la polarización de un país, que ya lo estaba, sino que simplemente producen un grito de aquellos que describen la unión con el mismo concepto con que se describe un país callado y doblemoralista. La situación se ilustra entre el entusiasmo periodístico de Juncal Solano y la impotencia de los chayoteros tradicionales, que quisieran que ésto no suceda.
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