El fútbol mexicano ha sido núcleo de acciones corruptivas dentro y fuera del terreno de juego, como lo son, distractores, golpeteos políticos, prioridades económicas sobre las deportivas, y hasta vínculos y disimulos en favor del crimen organizado. Sin embargo la llegada a la presidencia de la liga mexicana por parte de Mikel Arriola cuya carrera en el gobierno peñista y en su partido político es más que conocida dentro de la corrupción; parece ser una señal de que lo peor está por venir para enlodar al fútbol mexicano. La desaparición del ascenso, el cambio de plazas y desaparición de equipos, será un acomodo mal intencionado, antiético, ilegal y deslegalizado. Entre las situaciones raras que ocurren en la liga y en la FMF, están las declaraciones de Ciro Gómez Leyva como vocero mediático del sistema perverso empresarial, que ha señalado su sospecha de que las derrotas sorpresivas del Cruz Azul pueden ser provocadas y no causa de la mala suerte, la mediocridad o lo paranormal. Sin embargo viniendo de quien viene, no es una simple apreciación periodística, pues Ciro no tiene el libre arbitrio de opinar a cuenta personal o sin ningún lineamiento, siendo un empleado con un periodismo dependiente a lo que le indican la política de Grupo ángeles, que también es dueño de Los Gallos Blancos del Querétaro, y por ende, socio de la Federación Mexicana de Fútbol. sin embargo lo manchado del fútbol nacional, ha sido perfectamente maquillado para no tener medios probatorios de sobra, sin embargo Hugo Sánchez es testigo de dos momentos evidentes de corrupción en el juego del balón. Uno es , cuando siendo técnico de la Selección Nacional lo involucraron a manejar también al equipo Olímpico quien claramente y de manera dolosa, los jugadores determinaron quemar a Hugo, fallar goles hechos y dejarse ganar por Haití para no asistir a los juegos Olímpicos de Bejing 2008. En aquel partido disputado en Carson California, se dice que ni los mismos representantes de la prensa de Haití podían creer lo que sucedía en el campo, veían como los mexicanos se agarraban la cabeza, se tapaban la cara y lamentaban cada uno de los errores de Santiago Fernández, Enrique Esqueda y César Villaluz de frente al marco. Había sonrisas burlonas por la tristeza mexicana. Aquel episodio enterró los planes de Hugo Sánchez como entrenador de la selección mexicana, cargo del que fue despedido, cuando después de fallar y fallar, no lograron sacar el resultado de la calificación, en donde mínimo necesitaban cuatro goles y dejaron ir más de media docena. Otro momento de corrupción que le tocó vivir a Hugo y que ha confesado como un partido arreglado, es aquel entre el América contra Monterrey en las semifinales del torneo 92-93, cuando el pichichi era jugador americanista y trajeron para el encuentro a un árbitro de Costa Rica para que eliminaran a las Aguilas por situaciones de comercialización comprometida con Rayados. El caso, dijo Hugo para un programa de televisión, es que el tico anuló tres goles que eran legales de Germán Martellotto, Zague y Pedro Pineda, lo que derivó en la eliminación azulcrema en la Semifinales de aquella campaña. Ahora la sospecha la siembra Gómez Leyva, sin que nadie pida una investigación de por medio, y sin que hasta ahora se sepa, porque un comunicador acostumbrado a la mentira, ahora de pronto quiera decir una supuesta verdad.Más en www.somoselespectador.blogspot.com
