domingo, 13 de diciembre de 2020

CIRCO DE PAGA EN EL LEON CONTRA PUMAS

 



























Las transmisones de televisón cerrada han acabado con el arraigo histórico a los equipos de fútbol, al no ser de fácil acceso económico para todos los aficionados,así tenemos las lagunas mentales de los éxitos de equipos mexicanos  de fútbol en Copas internacionales, como lo es la Libertadores de América o de boxeadores que se han logrado poner importantes cinturones. Ya ni se diga de otros deportes que no se transmiten tan seguido por televisión abierta o que se han dejado de transmitir.  Lejos quedaron aquellas transmisiones boxísticas  que  ponían a medio México frente al televisor y junto al rosario o la medalla de la virgencita, para que se llevara la victoria "el Ratón" Macías o para que la selección mexicana no fuera goleada en otro mundial y todos sintonizando un mismo canal. Ahora que la final de fútbol mexicano en su edición GUARDIANES 2020, no será por señal abierta sino por  FOX SPORT, impedirá que mexicanos que apenas pueden con los gastos esenciales, disfruten de la culminación de un torneo que siguieron semana a semana, y que  tengan que sujetarse a una programación impuesta y muchas veces de mala calidad. Los mexicanos de primera que sí tienen acceso a TV de paga  e internet, exhiben la desigualdad social posneoliberal, que  se apoderó hasta del pan y circo del mexicano. El fomento de aficiones elitistas y otras marginadas a  seguir equipos como el León o ligas internacionales, son funcionales en el condicionamiento mediático y en la distorsión de valores, en donde el progreso individualista se traduce en poder o no sintonizar un partido de soccer y en aquellos que tenemos el privilegio de contar con  servicios básicos y extrabásicos en  ignorar a aquellos que no los tienen. La culpa  de la indiferencia de esta situación radica principalmente en el Estado en su forma compositiva, y no de las cadenas extranjeras que en el marco de la ley, comercializan una señal como legitimo negocio, sin embargo con voluntad política se podrían realizar convenios favorables.  La igualdad social no implica desprotección o sobreprotección  de gobierno, sino oportunidades para todos.Más en www.somoselespectador.blogspot.com