Ni quince mil priperrepanistas people fifis, lograron reunirse en la Columna del Angel de la Independencia para después
desfilar hasta el Monumento a la Revolución, en una protesta si no torpe; sí todavía prematura, para solicitar la
renuncia presidencial inmediata. Los convocados no
lograron llenar las cuadras del Monumento a la Revolución que llegaban por lo menos a Paseo
de la Reforma, y tuvieron que adherirse a otras protestas, que solicitaban libertad en los medios de comunicación y otra
agrupación con el lema “AMLO así No”. Lo que sí se pudieron apreciar, fueron
lágrimas espontáneas de aquellos que en seis meses han perdido sus comodidades,
privilegios, cargos y empleos prometidos, que les brindaban el tráfico de
influencias del sistema de gobierno anterior. Otros observan como el
presupuesto que anteriormente se había dirigido a Asociaciones Parásitas y para inyectar a
los empresarios influyentes; ahora se está
destinando para programas sociales en favor del sector pobre. Y otros están
esperando el oportunismo político, y corriendo la idea de que México en estos meses se encamina a un
gobierno parecido a Bolivia, Cuba o Venezuela pero con Tratado de Libre
Comercio. Con letreros que marcaban consignas sin faltas de
ortografía en contra de AMLO y algunos acompañados de guardaespaldas a los que
les han tenido que bajar su salario, ante la política de no despilfarro, llegaban los manifestantes para asolearse sin propuestas ni pliego petitorio en la mano; más que la rabia. Cerca
y lejos del lugar, se vivía la realidad del país. En el zócalo personas apoyando
a López Obrador y en la sede del PRD, fortaleciendo en el aniversario de dicho
partido, la resistencia política más que la oposición, bajo el liderazgo de corruptos como Silvano Aureoles, Gobernador de Michoacán. Más en www.somoselespectador.blogspot.com