Nadie puede hablar de la entrada económica subterránea llamada "Chayote" en el ámbito periodistíco sino se tiene calidad moral para hacerlo, salvo aquellos de baja reputación y moralidad. Los anteriores funcionarios públicos, incluyendo a los expresidentes, al tener contaminado su proceder y al ser unos corruptos, tenían que soltar la cartera del pueblo de México para el bolsillo de los noticieros e incluso después de ser humillados en público por medio de las entrevistas, todavía agradecer la conversación. Cuántas veces López dóriga regañó a sus entrevistados ante los micrófonos sin que estos se defendieran, y una vez con los calzones enredados en los zapatos, todavía con voz llorosa le decían: "Gracias Joaquin". Sin embargo ahora los entrevistadores, son los que están haciendo el ridículo en su período de negación, en donde aún sin credibilidad y sin solvente moralidad, se hacen los disimulados. Por otra parte, la carrera política de Andrés Manuel lópez Obrador ha sido intachable ya que de no haber sido así, no hubiera tenido la determinación de señalar a estos chayoteros y estos periodistas vendidos ya lo hubieran promulgado a los cuatro vientos.