Quizá pensó Nino Canún que haberse presentado en la
conferencia de prensa mañanera del
Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, le podía haber abierto
puertas en algún canal gubernamental o
de un radiodifusor lambiscón al nuevo mandatario como ocurrió con Carmen Aristegui; pero no fue así. El hecho de
haberse humillado en agradecimientos con el ejecutivo federal, no le abrió las
puertas para el palanquismo y chayotismo del cual disfrutaba, cuando leía sus
refritos noticiosos en Radio Fórmula o
Radio Centro, o los privilegios que gozaba cuando estaba en Televisa. Ahora
Nino tiene su programa en televisión
restringida en el decadente unomásuno y
hace transmisiones como informador independiente con enlaces en vivo en sus redes
sociales, con los inconvenientes que esto tiene, y que lo han hecho perder la
cabeza en plena transmisión, culpando de las deficiencias de las transmisiones a
posibles actos de censura. Nino bienvenido al periodismo independiente con
inconvenientes pero con libertad. échale ganas.