¿Cuál será el castigo que tengan los periodistas chayoteros, cuyos nombres aparecieron en la lista negra de corrupción, presentada por el gobierno federal? Porque mientras son peras o son manzanas o son chayotes, las ternuritas del micrófono siguen como si nada, ya que con todo y su credibidad por los suelos, los vendevoces siguen cobrando e informando tendenciosamente. Su honor se mantiene intacto, porque antes de ser señalados oficialmente, ya muchos sospechabamos de su dudosa moralidad, pero el televidente no puede castigarlos porque el poder facto los mantiene en todos los canales y en todas las pantallas como un auténtico cerco de manipulación informativa. Así como se planean acciones emergentes para salvar a PEMEX o al sector salud, de igual manera se deben abrir los espacios informativos, a nuevos comunicadores que desinfecten el panorama informativo a perversidad del gobierno en turno, para que de esa manera, no solamente pueda mejorar, la mediocre programación comercial y cultural que se proyecta en la radio y la televisión mexicana, sino que con la variedad y diversidad, el espectador pueda estacionarse en el canal de su preferencia y salir de la programación funcional como medio de control, y así castigar al comunicador tendenciero o falso, con no escucharlo ni verlo; mientras tanto, también se investigue a fondo, si los "apoyos económicos" que se les brindaban a ciertos comunicadores, se derivan de acciones que puedan traer responsabilidades tanto civiles como penales, como puede ser el chantaje, la injuria, la difamación, el fraude o hasta la comisión de delitos electorales.
Por José A. Martínez.
Por José A. Martínez.