Quien pierde la dignidad por querer ganar todo; acaba
perdiendo todo, hasta la dignidad. A la llegada de López Obrador al aeropuerto Internacional de Durango y
entre las personas que fueron a recibirlo se encontraba la conductora Adela
Micha. La lectora de noticias, que fue contratada para que con su micrófono desprestigiara al movimiento lopezobradorista
y por medio de la manipulación impidiera votos a favor del hoy presidente del
país, desde el 2006, ahora se acercó con un abrazo y un beso al tabasqueño y él
le correspondió.“Qué gusto verle…”, dijo y después agregó: Yo soy parte del comité de recepción. “¿Y
ahora qué?”, se escucha decir a López Obrador, a lo que Adela Micha responde,
“no es cierto, no le da gusto verme”. Invíteme un café- pide Micha.- Sí sí- le
dice Obrador.- ¿Con quién lo veo?- insiste la comunicadora.- Pues directo ahí,
con Laurita; luego Micha le constesta que “conste” y le vuelve a pedir otro
beso porque le argumenta, hace mucho que no lo ve. No sabemos si Adela Micha
pueda tomarse el café solicitado, el mismo día que ha esperado Ricardo Anaya para su otra taza,
pero lo cierto es que Adela no quiere una entrevista periodística para lo cual
existen los medios correspondientes que no son colarse en una comitiva de
bienvenida. La falta de credibilidad de esta lectora de noticias y sus oscuros
ejercicios en un micrófono hicieron que la sacaran casi a patadas de Televisa y
de Grupo Imagen, cuando en un tiempo, cuando se
arrastraba a las ordenes mediáticas antilopezobradoristas, y que violaba
todas las leyes de la ética; era considerada la dama de la noticia y se
toleraban sus risas fingidas en favor del calderonismo, del fraude electoral
disimulado y de los privilegios que traía consigo apoyar al peñismo. Será que una pseudoperiodista busca chamba en el IMER, al aparecer justo ahora que comienzan a reorganizarse los canales de comunicación del Estado.