Es un hecho de que parte de la carrera política de Andrés Manuel López Obrador se ha engrandecido en buena medida gracias a sus enemigos y que son aquellos que lo observan como un peligro para el abuso empresarial y para el grupo privilegiado, abusivo y que ha parasitado al país.las manifestaciones poco originales de "los chalecos amarillos" en su contra y los abucheos que le fueron prefabricados en la inauguración del Estadio de Béisbol del equipo Diablos del México; en vez de debilitar al presidente de la República; han puesto en evidencia al grupo de desesperados ante una política con recuperación social y antineoliberalista que está planteando el mandatario. Por lo que aquellos que falsamente aseguran que es López quien divide al país, no han sido capaces de realizar ataques inteligentes y con mayor disimulo, y las ansias y el nerviosismo les gana al no poder esperar ni siquiera 365 días y a poco más de 100 días de la llegada del nuevo gobierno, ya quieren sembrar la percepción social y mediática, de que el gobierno Lópezobradorista es un desastre; justo ahora, que el aumento a la gasolina ha sido moderado, que el país presenta buenos números en la Bolsa de Valores, que el peso se mantiene firme ante el Dólar y que el pueblo comienza a disfrutar de los nuevos programas sociales y la austeridad republicana. Sin embargo en escasos cien o doscientos días, no se puede efectuar un avalúo que nos pueda indicar si las medidas son deplorables o excelentes en un gobierno.No dudamos que nadie pueda estar exento de una silbatina en público, y más tratándose de un político; pero resulta muy estúpido pensar que los abucheos en contra del Presidente de México en el Estadio de Béisbol "Harp Helú" haya sido espontánea, frente al antecedente inmediato, de que el supuestamente repudiado, llegó a la presidencia con récord de votos a favor, y que su aceptación actual no es total pero sí, de un 72 a 80 por ciento, y que ha sido justo en la Capital del País, en donde ha tenido el mayor número de votos y en donde ha concretado su trayectoria política y el lugar de nacimiento de la fiebre amlover. Lo que son datos evidentes y duros, que son capaz de desvirtuar una expresión de rechazo natural y voluntaria al Presidente, y que de no ser una rechifla montada, estaríamos en presencia de un rechazo a un mandatario del país, casi del tamaño al sufrido por el genocida Gustavo Díaz Ordaz en 1970 y por el tecnócrata Miguel de la Madrid Hurtado en 1986, cuando acudieron a la inauguración de los Mundiales de fútbol en el Estadio Azteca. Más en www.somoselespectador.blogspot.com