miércoles, 27 de marzo de 2019

EL ESPAÑOL QUE GUARDA UNA CARTA PARA MEXICO












Rodríguez Miaja, uno de los últimos supervivientes del exilio republicano español en México, cumple en agosto 102 años enfundado en sus recuerdos y con el agradecimiento a México por haber recibido con los brazos abiertos a los refugiados españoles.Nacido en Oviedo (Asturias), Fernando Rodríguez Miaja es sobrino del general José Miaja Menat, el militar clave que evitó la caída de Madrid en noviembre de 1936 frente al avance de las tropas franquistas.El 29 de marzo de 1939 pisaba las tierras mexicanas del exilio, tras una azarosa huida en automóvil, avión y barco que lo llevó, junto a su tío el general, de Madrid a Alicante, a Oran y París hasta recabar en La Habana y finalmente en el puerto de Veracruz. Rodríguez Miaja recuerda con admiración la figura del Presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), artífice de la decisión de recibir a miles de españoles exiliados republicanos que huyeron de la Guerra Civil y del régimen franquista. Otros presidentes mexicanos continuaron su labor de apoyo a esta comunidad. De formación ingeniero militar, estableció una exitosa empresa de construcción en Ciudad de México a cuyas oficinas sigue acudiendo a diario. La realidad mató las esperanzas del regreso de Fernando Rodríguez Miaja y de casi 30.000 refugiados españoles en México y su supervivencia particular prosiguió hasta asentarse en una Ciudad de México que entonces tenía 1 millón de habitantes (hoy 20 millones) en un país de 20 millones cuando supera los 120. Aunque es conversador, cuando se le pregunta algo que considera indiscreto y no quiere contestar, se hace el sordo apelando a la edad, como cuando se le pide su opinión sobre el recibimiento de los “gachupines” a exiliados republicanos españoles a México.Los gachupines son los emigrados que llegaron antes de los republicanos y que en su gran mayoría se declararon franquistas. Llegaron a México a “hacer las Américas” y muchos lo lograron. Ya acomodados no recibieron con los brazos abiertos a sus compatriotas “rojos”, como sí hizo el pueblo mexicano. (fte: sinemb)