Por su trayectoria política y su desempeño como funcionario público; está claro que Luis Donaldo Colosio era un corrupto producto del sistema que aspiraba a ser Presidente del país sin la idea de emprender una lucha a favor de las desigualdades sociales a las que ya había jodido, no tampoco tenía planeado democratizar al PRI y al país. Su muerte que se le adjudica aun asesino solitario, pudo haber sido producto de una venganza empresarial para el presidente en turno, que lo tenía como candidato. Ahora que se obedeció a la voluntad del pueblo y se tiene un gobierno fuera de los intereses pasados; nace el interés por saber la verdad del asesinato a Colosio, al existir una plena apertura en las investigaciones del pasado y al asesinado más que nunca se le pinta como mártir, ya que dicha posición les conviene a quienes quieren abrir heridas del pasado en perjuicio de oponentes empresariales que pueden ser los mismos que ahora quieren dominar el imperio económico del país y cuyas posiciones quieren ser adoptadas por nuevos imperios.