Según miembros directivos del Instituto Mexicanos de Líderes de Excelencia, se toman muy en serio sus otorgamientos de Doctor Honoris Causa,
mediante supuestas sesiones de largas
horas y a veces por días; en donde este año, pensaron y discutieron, antes de decidir otorgar el Doctor Honoris Causa a la cantante Tatiana, como anteriormente también se lo habían
otorgado a “El Coque” Jorge Muñiz. La Institución ahora señalada por el dominio público
como “patito”, y sin antecedentes históricos públicos, ni
relevantes ni comprobables, respecto de su labor académica, y sin explicación minuciosa de
su obtención de recursos económicos; parece no haber medido el escándalo derivado al otorgar tales nombramientos honoríficos, justo en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, como tampoco se midió, que las autoridades de la
máxima Casa de Estudios del País, se iban a deslindar del “Doctorado” otorgado a la
llamada “Reina de los Niños”. Anteriormente
dichas ceremonias que otorgaban este reconocimiento -que se
dice es motivado con previo pago de accesorios y galardón-, se
habían entregado en el Senado de la República durante los anteriores gobiernos,
pero no es lo mismo, realizarlos en el
Senado, -que desde hace tiempo se ha convertido en un salón de alquiler de
fiestas-, que realizarlo en un lugar universitario, tan politizado y de población pensante, como lo es la Facultad de Derecho, en donde cientos de estudiantes, obtienen títulos profesionales a base de sus
conocimientos y no de un señalamiento
honorífico “chafa” y envuelto en celofán. Otro reto para este gobierno de cambios, no es solamente controlar los gastos y desvíos por parte de autoridades de universidades públicas, sino también investigar y regularizar a Centros e Institutos universitarios que no tienen programas educativos serios, que entregan títulos profesionales con cuenta al portador y que son de dudosa procedencia.