lunes, 11 de marzo de 2019

RESISTENCIA PARASITARIA









Empleados lambiscones que comen de  la mano de su amo, corruptos que se niegan a perder sus privilegios, grupos de intereses antinacionalistas perversos y otra fauna divisoria, se reunió el día de ayer del Ángel de la Independencia al Zócalo haciendo una farsa de resistencia civil, que muchas mujeres y hombres hacían con legitimidad en el sexenio salinista, peñista, Calderonista y foxista; y que ahora estupidamente la realizan a cien días de gobierno, en donde su reclamo principal es la supuesta exterminación de la inversión en México, cuando ésta fue abortada con los monopolios constituidos en los gobiernos pasados,  en favor de unos cuantos empresarios con el abuso de la privatización y no el esfuerzo empresarial exitoso. La prontitud del reclamo justo  ahora que el peso y la bolsa de Valores se encuentra en su mejor momento  desde hace años, delata su ilegitimidad y falsedad ante  el  setenta y tres por ciento de aceptación del pueblo de México a su presidente, lo que se reflejó en una marcha desnutrida cuyo único alimento es la espera de que pueda presentarse la desesperación entre un pueblo con necesidades y las  medidas de gobierno que serán reivindicatorias pero no veloces, aunque muchos beneficios ya se puedan apreciar desde ahora, lo que causa malestar entre los conservadores del saqueo nacional y beneficios personales sobre los generales del país. en un  principio pensábamos que en la columna del Ángel se estaba festejando el empate  del Necaxa con el Toluca, pero después supimos que eran oposición a la política del gobierno actual. Y la oposición aunque es inoportuna en un momento de reconstrucción, es necesaria, pero la verdadera oposición, que tal como se puede apreciar el panorama, tendrá que ser de la misma izquierda en aportaciones confrontales, pero no de masas manipulables y manipuladas, que invitaban a unirse a otros a una marcha, sin propuestas como las que describíamos  cuando estaban los gobernantes anteriores y las que sugeriremos para este nuevo gobierno; ni  tampoco mostraban pliego de posiciones alguno, ya que quizá les deba vergüenza mostrar que defendían al priperrepanismo, al amiguismo, a la ultraizquierda o a la ultraderecha   y a la corrupción que en ellos mismos se delata.   Aunque coincidimos en la libertad de ideas, en el diálogo y en la tolerancia, también repudiamos querer proteger las acciones apatridas y antinacionalistas que dañan a México y que se disfrazan  de valentía en una mentira.