En su visita a Michoacán por parte del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, con motivo de su gira del agradecimiento por haber sido favorecido por el voto de los mexicanos; el que será próximo Presidente de la Nación, mencionó en el templete, el encuentro que entabló con el gobernador de ese Estado, Silvano Aureoles Conejo, lo que de inmediato provocó la reacción de los presentes, quienes en voz alta manifestaron que su gobernador es un corrupto y le mentaron su madre al sólo oír su nombre, mismo que también ha sido acusado como el responsable del aumento de la violencia en Michoacán y solapador del narcotráfico, así como de haber establecido relaciones dudosas con el exjefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera. Aureoles quien no quería a López Obrador como Presidente de la República y quien llegó a apoyar a Mancera para tal candidatura que finalmente terminó abortada; ahora era defendido por el Presidente electo, al indicar López Obrador, que es un momento de unión por el bien de México, y así tratar de apagar los gritos encendidos, en contra de quien sus gobernados, lo consideran un mafioso y un gobernador corrupto.