La reconciliación y pacificación que pretende López Obrador en su gobierno, ha comenzado con la voz de Olga Sánchez Cordero, propuesta como su Secretaria de Gobernación, quien reconoció que en México existen perseguidos y presos políticos, desaparecidos, periodistas intimidados y vigilados, y una falta de control de Gobierno. Aunque no reconoció terrorismo, Sánchez Cordero pidió perdón en los foros de pacificación, por la ineficiencia del gobierno ante las demandas de justicia, y por no aclarar tantos asesinatos, feminicidios y acciones para desaparecidos. La próxima funcionaria del gobierno lopezobradorista señaló la importancia de llegar a la verdad, sin importar que personas o instituciones hayan sido las culpables, por lo que el ejército mexicano también será investigado y se romperá la barrera de intocabilidad que le construyó el gobierno de Calderón y Peña Nieto, ya que el presidente electo no contempla a nadie por encima de la ley.