El regreso de Carmen Aristegui a la radio abierta por parte de una estación comercial en un informativo sin comerciales, expone la necesidad de una nueva ola de informadores que tengan la credibilidad que no tienen los actuales profesionales del micrófono que se dedicaron a los halagos mutuos, a conservar espacios serviles al sistema de gobierno, a alquilar su voz al precio del "Chayote" y a ser gatos fieles de su patrón radiodifusor que estaba al servicio del sistema. Sin embargo sus voces ya no son escuchadas, no fueron obedecidas en las votaciones del uno de julio y ahora son inservibles para que las empresas informativas vuelvan a obtener credibilidad. Por eso ahora requieren de aquellos que en poco, no se sometieron a la política de gobierno en turno, y son llamados a cualquier precio, porque los que tienen en casa, gritan desesperados y no entienden que ya son mudos. La locución en México, mucho se ha preocupado en que al locutor se le reconociera, incluso, hasta elevar el oficio al grado de licenciatura, pero nunca por engrandecer su calidad ética porque la mayoría están favorecidos con esas políticas mezquinas y que no ayudan al progreso de la comunicación. ¿Quién de esos parlanchines respetables, reconocerán que estaban a favor de la política del presidente y partido corrupto en turno y no de una transformación del país?