sábado, 13 de octubre de 2018

LA MAFIA DEL PODER A LA MAGIA DE YA HACER
















Andrés Manuel López Obrador realiza los preparativos conducentes para  el desempeño de sus funciones como Presidente de la República, y en eso radica el encuentro con los gobernadores de cada Estado y estrechar  las manos, de quien perfectamente sabe son partes de un sistema podrido por la corrupción con la cual tendrá que lidiar, sabedor que son harinas de diferente costal. Y es que López Obrador  ha llegado a la presidencia como producto de una revolución electorera que se impuso ante las trampas electorales, pero no de una revolución política que hubiera podido eliminar los vicios de gobierno y el disimulo de sus instituciones, a los que  favorecidos tratan de fortalecer  en vez de cambiar de raíz. Sin embargo parte del pueblo que confió y otros muchos que confían en López, a veces hasta la locura, y de otros muchos que cedieron por la persistencia del tabasqueño que derrotó a la  insistencia mediática; no han estado incomunicados con el mensaje claro, del Presidente electo, quien dice, cumplirá sus promesas de campaña, y aunque es un político que juega con las reglas y los vicios establecidos por la política que él no ha inventado, tiene la obsesión, que ninguno de su especie  había tenido, que es eliminar la corrupción, luchar contra la ultraizquierda y la ultraderecha -que él  ha dicho, que al estar en los extremos; se juntan-, ahora tendrá que luchar  contra la mafia sindical, empresarial, partidista y de involucración extranjera,  y  hasta contra el mismo pueblo mexicano que ha sido enajenado y hundido en ignorancia. Por eso, existe un López Obrador en la mesa de juntas y otro en el templete, pero que finalmente, lo que existe en verdad, es un López Obrador solo,  nada más acompañado de su obsesión  de cambiar la historia y de parecerse a Benito Juárez García, mientras otros, buscan la continuación del sistema de privilegios y de poder y mejor parecerse a Carlos Salinas de Gortari.  El Presidente electo quizá haya olvidado que expectactivas gigantes; tienen desilusiones del mismo tamaño. Sin embargo, el  candidato a la presidencia, de ser presidente electo, a ser presidente constitucional; es por mucho, López Obrador,la mejor opción y de mayor solvencia moral para gobernar este país, ¿o acaso habrá arrepentidos de no haber votado por el corrupto de Anaya o aquellos candidatos que lo único que buscaban era fortalecer al PRI y un saqueo neoliberalista?.