Al ser invitado a un programa de televisión, a Javier Jiménez Espriú, asignado como secretario de comunicaciones para el próximo gobierno loezobradorista, le pasaron la película en donde acude a una propiedad privada para encarar a una representante legal de una industria minera, para solicitarle su documentación en regla a partir del uno de diciembre, cuando todavía Jiménez Espirú no es autoridad, ni existe la figura de Secretario de Comunicaciones electo, (como la de Presidente electo), e intimida a la representante, con acciones de gobierno que aún le corresponden al secretario de comunicaciones en funciones. Jiménez Espirú señaló que en ese reportaje lo pusieron como un malvado, que hasta asustó a su cónyuge. La historia que no es una cinta cinematográfica, se desenvuelve cuando durante un recorrido que
el próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú,
realizaba cerca de la zona de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional
de México, una mujer se presentó como apoderada de una mina que es explotada en
el área y le pidió que se retirara del área.Se trata de representantes de la
empresa Martínez Villegas, quienes corrieron a Jiménez Espriú del Cerro de
Tezoyuca. El próximo titular de la SCT se encontraba acompañado de comuneros de
Atenco. Maria Godínez fue quien se presentó en el lugar y se identificó como
apoderada de la empresa que explota la mina en ese lugar y acusó a los
integrantes del equipo del presidente electo de invadir propiedad privada. La
apoderada de la empresa, incluso, amenzó con llamar a la policía para
desalojarlos y ante tal situación, Javier Jiménez dijo que estaba observando el
lugar. La mujer le pidió al designado como próximo titular de la SCT
identificarse. El próximo titular de la SCT le dijo a la mujer que lo estaba
corriendo de su propiedad," me voy a retirar, pero le dice al señor que es
el dueño de la empresa que me muestre todas las concesiones para explotar este
lugar". Javier Jiménez quien está acostumbrado a ser considerado por los
hombres de negocios y lambisconeado por su chofer y guardaespaldas, ahora pisa un terreno nuevo que es de Funcionario Público,
en donde tendrá que adaptarse a las formalidades, a tener tolerancia y la
paciencia que recomendaba Kalimán, pero por lo menos, parece no adquirirá las
mañas, que actualmente tiene Alí Baba y los cuarenta ladrones.