Logrando llegar a la final de clavados, el mexicano Rommel Pacheco nuevamente se queda sin medalla
olímpica en Tokio 2020+1, como fue su constante en su pasó olímpico desde hace
diecisiete años marcando toda una generación en clavados varonil para el “ya
merito” de nuestro país. En Atenas 2004 obtuvo el décimo lugar tanto en la
plataforma de los 10 y los 3 metros, en los Juegos de Pekin 2008 solamente
logró el octavo lugar en los 10 metros, para los Olímpicos de Río de janeiro
2016 mejoró su posición al lograr quinto lugar en 3 metros sincronizados y séptimo
lugar en individual. El Yucateco llegó para despedirse de su carrera deportiva,
hace unos minutos en Tokio y no vuelve
alcanzar medalla al estacionarse en el sexto lugar, mejor posición en toda su carrera olímpica con todo y que se va con un excelente clavado en el punto final. Pacheco
Marrufo logró una carrera longeva como deportista, llena de publicidad y cuya
única efectividad se vio reflejada en
juegos panamericanos en el 2003 con Oro, 2007 con Plata, en el 2011 con plata y
en Toronto hace siete años con dos oros, que fue en donde acrecentó su
prestigio, sin dejar de reconocer su máximo logro como campeón mundial de los 3
metros en Brasil 2016, máximo logro y estacionamiento en su carrera, por lo que
México apostó para tantos olímpicos pero sin resultados y sin sembrar una
generación varonil competitiva como ocurrió en el caso del ramo femenil.
Recordemos que los clavados es un deporte de enorme esfuerzo y talento pero también
de apreciación, en donde los jueces
mexicanos en sus selectivos, no pudieron quitarse de la mente, los
campeonatos y panamericanos al inicio e intermedio de la carrera de Pacheco y sus relaciones públicas, pero cuyas experiencias de nada sirvieron a nivel olímpico. Hoy se despide un
clavadista de "mitad de tabla" que determinó hacerlo en el marco de unos Juegos Olímpicos aún siendo
diputado federal panista para la próxima
legislatura, y que gracias a la mercadotecnia que le ha dado pantalla
televisiva, se le recordará con sabor dulce en
el historial olímpico narrativo pero con sabor amargo cuando se tenga que hacer
contabilidad en cuanto a medallas ganadas y en cuanto a la comparación de
carreras con otros clavadistas como un Fernado Platas, y en cuanto a su herencia de veinte
años sin cosecha olímpica reflejada en ni un metal, pero que nunca fue criticado como
un “ya merito” como se hizo en otras disciplinas, incluyendo el poderoso fútbol
mexicano. Más en www.somoselespectador.blogspot.com