Todavía no toman posesión de sus cargos y los alcaldes
oponentes al gobierno progresista de la Ciudad de México ya hicieron de las
suyas, al asistir a las afueras del congreso local, para atentar contra la paz pública con el pretexto de querer
entablar un diálogo, ante los oídos sordos de las autoridades capitalinas, sin
que hayan realizado cita para acudir al recinto en donde se realizaba un periodo
de sesiones extraordinario, y sin advertir que son alcaldes electos ni previa cita, fue que Mauricio Tabe, Santiago Taboada, encabezados por Lía limón junto con
algunos de sus simpatizantes, protagonizaron una gresca al intentar burlar la
seguridad compuesta por policías de contención, que ahora este grupo de alcaldes priprdpanistas, autores de
dichos planes provocadores, los han señalado como “granaderos”, cuando tanto en actitud como en su equipo de contención, los actuales policías agrupados capitalinos, están
lejos de ser comparados con las
unidades policíacas represoras que históricamente son perfectamente
diferenciados por quienes fueron luchadores sociales en aquellos tiempos. De la gresca fraguada
para obtener ganancia política, resultó con un rozón en la nariz, la alcaldesa
electa de Álvaro Obregón, Lía Limón, al aparentemente estrellarse con el escudo
de un policía; pero que voceros del golpeteo político y la propia Lía Limón,
sobre dimensionaron . El lector de noticias José Cárdenas en su noticiario de radio, indicó que a Lía Limón, le habían “roto
la cara”. El grupo de alcaldes provocadores se han denominado UNACDMX, y son los que gobernarán solamente en unas alcaldías de la
gran metrópoli. Pese al notorio acto de instigación, la Secretaría de Seguridad
Ciudadana (SSC) informó por boletín, que investigará los hechos y la actuación policíaca ahí
desarrollada, por lo que sujetarán a quienes participaron en el operativo de
resguardo a investigación, mientras que Martí Batres, secretario de Gobierno de
la Ciudad de México, se dijo extrañado de la agresión que sufrió la alcaldesa
electa de Álvaro Obregón, Lía Limón, por policías, pero aseguró que “no había necesidad
de forcejeo” con quienes resguardaban el Congreso capitalino, pues bastaba con
comunicarse con sus representantes de partido o con el gobierno de la CDMX para
poder acceder al recinto. Más en www.somoselespectador.blogspot.com