Al menos hasta ahora, los nuevos ejecutivos de Grupo Radio Centro, de la familia Aguirre, no han logrado hacer de Radio Centro, lo que era Radio Centro, y no es que queramos comparar modelos informativos actuales con los que eran los que permanecían antes de la revolución digital que estamos viviendo; sino a lo que nos referimos es a la pérdida del tacto de comunicar, que hacían de Radio Centro un innovador, que ahora no lo es, con todo y su presentación de plataformas digitales, las transmisiones deportivas que no habían sido incluidas en programaciones de viejas épocas y que ahora deberían de resultar fascinantes, y a la falta de resultados óptimos en su canal de televisión abierta, que ni brinda opciones nuevas para la pantalla casera y que únicamente se basan en el talento de sus comunicadores como Luisa Cantú, pero sin la calidad de producción y de infraestructura que puedan resultar una competencia frontal para quienes en el mismo horario, son informadores que cuentan con mayores recursos, herramientas y ejecuciones creativas en otras empresas, y cuando es claro que las cosas no cambiarán ni en La Octava ni en las estaciones del grupo, ya que quien ejecuta las ideas inconsistentes, al mismo tiempo, son dueños, directivos y formadores de contenidos. Más en www.somoselespectador.blogspot.com