En la película original de 1933, Carl Dehnam, un director de
cine inquieto y audaz, planea hacer un peligroso viaje hacia una isla de la
cual solo él sabe cómo llegar. Su objetivo: filmar a una leyenda llamada Kong,
un temible monstruo. Tiene casi todo lo necesario: el mapa de la isla,
poderosas bombas de gas, hombres bien armados pero le falta lo más importante:
una hermosa protagonista. Con la premura de zarpar antes de que las autoridades
del puerto le descubran su raro cargamento se lanza a la ciudad de Nueva York
en búsqueda de la mujer. Una afortunada coincidencia lo reúne con una bella
señorita (Ann Darrow) la cual acaba por aceptar los planes de Denham para
hacerla una actriz famosa ya que ella ha padecido los estragos de la época de
la gran depresión de los Estados Unidos. Así comienza el emocionante viaje
hacia la Isla Calavera. Durante su primera aparición en público, Kong consigue
escapar, busca a su adorada Ann y la vuelve a capturar entre sus garras y la
lleva hasta el edificio más alto de la ciudad (en la película de 1976 son las
Torres Gemelas, y en las de 1933 y 2005 es el Empire State) en donde es abatido
por biplanos y cae al vacío, muriendo. En la calle el cuerpo exánime de Kong es
rodeado por gente curiosa y un policía le dice a Denham que por fin los aviones
terminaron con el monstruo y este corrige diciendo "no fueron los aviones,
fue la bella quien mató a la bestia". Pero fue en Remake del productor
italiano Dino De Laurentiis, producido por la Paramount y dirigido por John
Guillermin. protagonizada por Jessica Lange y Jeff Bridges. Tuvo un gran éxito
comercial desde el momento de su estreno (no así de crítica), y ganó un Oscar
por sus efectos especiales. Más en www.somoselespectador.blogspot.com