Impensable resultaría, sin la revolución lópezobradorista de la figura presidencial en México, que el dabete entre funcionarios públicos se realizará de manera masiva y no a puerta cerrada como ocurria en sexenios presidenciales pasados.El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN), Arturo Zaldívar, rechazó la ampliación de mandato de dos años que le
dio el Congreso de la Unión y aseguró que terminará sus labores el 31 de
diciembre de 2022. En abril, legisladores -en su mayoría de Morena- modificaron
diversas leyes para establecer que el presidente del máximo tribunal terminará
en 2024 y no en 2022 como se menciona en la Constitución, por lo que la SCJN
admitió a trámite la demanda promovida por diputados y senadores de la
oposición en la que impugnaron la ampliación del mandato de Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea, pero el propio encargado de la SCJN, señaló que por considerar tal
acto como inconstitucional ha rechazado la propuesta, que surgió como idea del
presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien se entrevistó el día de ayer
y le hizo saber su postura, misma que fue respetada y apoyada por el titular
del Poder ejecutivo federal. “No es reelección (la de Zaldívar), es que termine
en el 2024 como va a terminar, pero sólo como ministro (y no como presidente)
en el caso de que no lo apoyen los otros ministros, que es muy difícil que lo
apoyen, ojalá me equivoque, porque la mayoría de los ministros fueron puestos
en el antiguo régimen, donde la política estaba al servicio de las minorías, no
al servicio del pueblo. Con libertad, con autonomía, que el Poder Judicial
decida”, había dicho el mandatario e incluso señalado que no es la
primera vez que la prolongación judicial haya ocurrido. Más en www.somoselespectador.blogspot.com