ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Mientras que grandes campeones de su especialidad deportiva,no lograron mantener ni su nivel ni la serenidad profesional ante esta pandemia, y unos prefirieron no acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio y otros abandonaron en plena competencia; la delegación mexicana que acudió a Japón fue de las más grandes que han desempacado en una sede olímpica, y aunque lograron medallas dentro del rango que cada cuatro años cosecha México y que lo coloca como el quinto lugar de países latinoamericanos en las justas olímpicas, ahora resulta, según comentaristas que atienden a los intereses televisivos, que el deporte en nuestro país es un desastre. Debemos reconocer que se tiene que aspirar a una mejor posición deportiva a la que tiene México, pero realmente ni la corrupción en los dirigentes deportivos, ni la mala planeación deportiva, ni los pésimos programas educativos y la nula formación de preparación física y cultura en el deporte, han logrado que México sea un desastre deportivo, y ésto ocurre, en parte por la grandeza poblacional del país y también por el esfuerzo y empeño individual de cada atleta. Sin embargo, quien diga saber de análisis deportivo, no puede calificar la participación de México en los Juegos Olímpicos de Tokio como un fracaso, ante el buen desempeño de los deportistas mexicanos que trajeron medallas de bronce y posiciones importantes de cuarto lugar y sexto lugar con muchos atletas debutantes. Por otro lado, quienes menos tienen la calidad moral de criticar el mal desempeño de planeación del deporte en México, son precisamente las televisoras, quien han exprimido al fútbol mexicano como un negocio absoluto y no como un plan deportivo a corto y a largo plazo, mientras que por otro lado, ignoran a la liga femenil y anulan la información y transmisiones de lo que pasa en la misma, cuando en estos momentos se cuenta con un alto nivel por parte de las Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que sin duda alguna es el mejor equipo del continente americano, incluyendo los equipos de la liga femenil de los Estados Unidos y quizá sea, el mejor del mundo, con todo y las ligas europeas. También se debe señalar, que las televisoras, no le brindan la relevancia que se merecen los logros de la multicampeona Paola Longoria, por ejemplo; mientras que ponen en la gloria del deporte nacional, al reparte chayote de Rommel Pacheco, que aparece hasta en programas destinados a los espectáculos y quien después de ocupar un lugar olímpico por veinte años en un deporte de apreciación, en su vida nunca ha ganado, ni ganará, una medalla olímpica.Más en www.somoselespectador.blogspot.com