Así como se decía que de ganar López Obrador la presidencia, llevaría a México al comunismo primitivo, de igual forma se aseguraba que Donald Trump en la silla presidencial de Estados Unidos era simplemente la llegada del anticristo a la tierra. Gracias a la política trumpista, existió una no intervención electoral en México, se aumentó los salarios mínimos por cláusula del TMEC, se reconoció por primera vez en un gobierno estadounidense; que es por el norte de América como llegan las armas a México y se entabló una cooperación fronteriza por medio de la cual, el mentado Muro fronterizo (que fue idea de Bill Clinton), nunca terminó de construirse en el período de Trump. Por otra parte realizó pactos de no agresión con China en vez de inaugurar una guerra, ignoró a Cuba en vez de empeñarse a someterla y no detuvo al supuesto dictador Nicolás Maduro. como tanto se lo pedía la exMiss Universo Alicia Machado, y los que están acostumbrados a la invasión estadounidense. Tampoco sembró una guerra galáctica como en su tiempo lo hizo Ronald Reagan, que también bombardeó Libia. Ni hubo autoatentados terroristas, ni acciones bélicas o invasiones como deporte, al estilo Bush; porque George H. W. estructuró y ejecutó la guerra del Golfo y la intervención a Panamá y W. Bush orquestó la invasión a Iraq. Trump no tuvo la crueldad migratoria que sí mostró Barack Obama quien patrocinó las sangrientas matanzas en Yemen y Siria, y sin descanso bombardeó Iraq y libia, situación que fue frenada por Trump. Queda claro que los medios de comunicación se convirtieron en la herramienta hipnotizante del neoliberalismo en el mundo, cuya misión no es la información pura sino la cortina desinformativa y el sometimiento intelectual para aquellos que han crecido con el catecismo mediático, basado en hacer las ideas de otros como propias sin criterio libertario. Trump al igual que el Presidente de México y en su momento el Boliviano Evo Morales y el propio Fidel Castro, son vistos por el Estado Profundo estadounidense, como gerentes innovadores del crecimiento socioeconómico pero con la insuficiencia para cambiar el modelo creado como un molde a la humanidad superficial, ignorante y acostumbrada al consumo de desecho inmediato y sin análisis ni investigación propia, que se limita al teclado de la computadora ligada a los canales de siempre, al igual que su control remoto de televisión..
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