Ahora los que se decían teacher del periodismo, se han quedado sin los premios que se autocompraban o que les regalaban sus propios mandantes o las fundaciones que servían para desviar recursos altruistas, por quienes hipócritamente decían otorgarlos. Los chayoteros del periodismo se tendrán que internacionalizar y buscar los halagos en España, en donde algunos empresarios de aquel país, también están rabiosos porque se les abortaron una serie de negocios en México, que estaban bajo el amparo de la corrupción y la desventaja para nuestro país. Los mercaderes de la información ya no cacarean en este sexenio, ni el Premio Nacional del Periodismo que los mandatarios otorgaban a sus lamehuevos y que después supuestamente ganó autonomía, en razón de que en vez de ser un acto de honor resultaba un acto de desprestigio para los periodistas que recibían su presea en manos de presidentes ladrones, aunque en realidad la premiación no dejó de tener intervención oficialista y abusoempresarial que buscaba reconocer con comidas de gala, a la lambisconería. Ya sin enmascarados de la información que han quedado exhibidos como chayoteros con documentos oficiales expedidos por anteriores gobiernos y mostrados transparentemente por el actual, sería grotesco y también altamente risible, observar como suben a la mesa de honor, periodistas como Aguilar Camín, José Cardenas, Carlos Loret de Mola experto en montajes informativos, Adela Micha, Denisse Dreisser o López Dóriga quien a pesar de ser un rey del chayote quiere hacer creer al público despistado y de influencia intelectual jacobozabludovskiana, que de lo que se trata en contra de ellos, es una persecución de Estado, respecto de un gobierno que por el contrario, enaltece las libertades y se sujeta a interrogatorios periodísticos de manera libre, diaria y de cara a la nación, como ningún otro Presidente de la República lo haya hecho, en la historia de México.Más en www.somoselespectador.blogspot.com