Puede ser el día de hoy en que Epigmenio Mendieta por una situación estratégica sea revocado como abogado defensor de María del Rosario Robles Berlanga quien hará llegar una promoción a la FGR a efecto de acogerse a la figura de testigo Colaborador, en donde Robles seguramente no confesará que los recursos robados de la Secretaría de Desarrollo Social, terminaron en sus bolsillos, y posiblemente tampoco culpará por el momento, al presidente Peña, ni confesará sobre como el 80 por ciento de las migajas que dejaban para el plan alimentario se destinaba a comprar espacios en los medios de comunicación para que les solaparan sus corruptelas; lo que la corrupta no tendrá empacho en decir, es que ese dinero se desviaba únicamente con fines electorales, para embarrar a ejecutivos Priístas y no al círculo peñista, al cual nunca terminó de entrar, José Antonio Meade. A quien sí puede embarrar hasta el cuello la hoy inculpada, es al exsecretario de Hacienda y Crédito Público Luis Videgaray Caso, quien al parecer no festejará la navidad en casa, ya que tiene una carpeta muy avanzada para su consignación, independientemente de lo que pueda decir Rosario. Por su parte, el abogado de Robles, supuestamente inconforme por la determinación personal de su cliente de irse por el camino del criterio de oportunidad, estará muy activo en los medios que antes recibían dinero de Rosario Robles, para exponer que Rosario aceptó tal situación por el miedo de que a sus 45 años, ya no podría volver a pisar la calle. El riesgo de la estrategia mentirosa y no plenamente declarativa, lo asume Robles, pero también el fiscal Alejandro Gertz Manero cuyo caballo en su ajedrez, no se llama Rosario Robles sino Emilio Lozoya Austin, por ser una pieza de avance aunque también no trascendente al grado de que le pueda asegurar la victoria. Pero lo anterior es solamente el argumento de una historieta hipotética, porque el acercamiento a la verdad, está hecha para los historiadores y no para los profetas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com