El actual gobernador de Veracruz, igual o más corrupto que su antecesor Duarte; sabía que Andrés Manel López Obrador ganaría la presidencia de la república; lo que no sabía Miguel Angel Yunes, que se le iba areconocer su triunfo por una mano exterior que así lo ordenó. Por eso fue él, de los mandatarios locales que insulto al candidato presidencial y que se oponía por todos los medios al cambio democrático para seguir saqueando a su Estado, incluso queriendo imponer a su hijo como gobernador para repetir el caso de abuso del Estado de México. Sin embargo Yunes se tuvo que quedar con las ganas de exhibir pruebas prefabricadas para contribuir a los videoescándalos en contra de López Obrador como en elecciones pasadas, y no se cansó de llamarlo "El Loco", aín portando la banda del Estado de Veracruz. Ahora que López será el nuevo Presidente del País, Yunes manda un mensaje entre líneas que pide caridad, al advertir que tiene facultades para nombrar magistrados antes de que se termine su administración y que sin embargo no lo hace, esperando no haya actos de venganza en su contra ni acciones persecutorias, sabedor Yunes de que no está limpio de conciencia y que tiene muchos hoyos que tapar antes de que llegue su sucesor morenista Cuitláhuac García Jiménez y que encuentra a un Yunes navegando como su lengua nociva, en un barquito de papel en medio de un océano de corrupción, forjado por gobernadores priístas, que descalificaban a sus adversarios para seguir saqueando.
