Políticos que fueron cómplices o negociadores, empresarios de la comunicación que solaparon y no reconocían el fraude electoral de 1988 y periodistas que se callaron ante el hecho, ahora cínicamente se desgarran las vestiduras porque el Presidente electo, ha nombrado para su gabinete en la Comisión federal de Electricidad a Manuel Bartlett, a quien se le acusa de ser aliado de Carlos Salinas de Gortari y Miguel de la Madrid para arrebátarle el triunfo a la izquierda por conducto de Cuauhtémoc Cárdenas para la presidencia de la República. El nombramiento ha hecho que levanten la voz hasta aquellos que no reconocían el fraude del 88, como seguramente después reconocerán el fraude del 2006, causando una polémica mayor que la que pudo causar los nombramientos de Peña Nieto hace seis años, de un gabinete de corruptos comprobados. hasta los neoliberalistas que deberían estar contentos, extrañamente repudian el nombramiento de Bartlett quien como senador del PT, se ha encargado de exhibir el robo de la industria energética y los abusos de militarización por parte de l gobierno actual, lo que le había causado estar vetado por los medios de comunicación hasta el día de ayer, en donde acudió a diferentes televisoras y radiodifusoras para ser juzgado sutilmente por los puritanos del micrófono que están a disposición del mejor postor al igual como lo estaban en el 88. “Es normal, son las
descalificaciones más estúpidas que se han hecho año tras año y no tienen que
ver con el tema de la energía en su gran mayoría. Lo que está claro es que es
una posición que proviene de la derecha en este País”, dijo Bartlett, mientras que
López Obrador expresó que “El licenciado Bartlett, desde hace 15 años, ha
estado defendiendo la industria eléctrica nacional, por eso decidí ponerlo para
ser director de la Comisión Federal de Electricidad”. También elementos que integran virtualmente su gabinete
se han quejado del nombramiento, pluralidad que no se había visto nunca
antes dentro del equipo presidencial, sin embargo Andrés Manuel López Obrador sentenció que la responsabilidad de la marcha
del país y eliminar su corrupción, es una obligación que emana en él, por lo que de él deben ser
las decisiones finales, que le ha encomendado con confianza, la mayoría del electorado.