A horas de cumplirse los 50 días del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador; aquellos que prometieron abandonar el país en caso de ganar el candidato de la izquierda, la presidencia de la república; no han cumplido su palabra y no cumplir lo que se promete, también es corrupción, por lo que no le vendría mal a México, que de una vez, se fueran los corruptos y los habladores. Ante la política de austeridad y no corrupción ni privilegios que piensa implantar el presidente electo en la esfera política; por lo pronto ya han determinado abandonar dicha actividad, personajes oscuros como los panistas Ricardo Anaya y Ernesto Cordero. De la perrepanista Alejandra Barrales y Santiago Creel poco se sabe, Diego Fernández de Cevallos se muestra moderado y temeroso, y por otra parte, pronto se irá de vacaciones para ocultarse, Rosario Robles. Mientras tanto, Miguel Angel Mancera disimula que nada ha ocurrido y que tiene todavía fortaleza para seguir siendo un corrupto. ¡qué caso!.