jueves, 9 de agosto de 2018

LOS DIABLOS DE LAS INSTITUCIONES















Ni el presidente del  PAN, supuestamente respetuoso de las instituciones, ni el secretario de gobernación un hombre que se dice de leyes e instituciones, estuvieron presentes  como lo hicieron el resto d elos actores políticos del país, en la entrega de la constancia de mayoría a Andrés Manuel López Obrador como Presidente electo de México.  Su ausencia es un símbolo inequívoco  de que el nombramiento presidencial se lo otorgó el pueblo de México  y no la podrida clase política  que se encargó en los últimos años a imponer al Presidente  y que ahora se reúne, no para ser un bando crítico  o de oposición a la propuesta lopezobradorista que podría resultar sano en una democracia; sino como una estrategia  como resistencia del poder y de defensa de intereses personales  con el fundamentalismo de corrupción y privilegios, y el coraje de que un hombre les enseñó como llegar al máximo titulo que aspira un político, sembrando credibilidad y no engaños.