Si bien es cierto el teatro resulta una actividad lucrativa; también es cierto que dicha actividad es un patrimonio cultural que le hace falta a nuestro país como crecimiento intelectual y prevención de muchos males. Sin embargo al gobierno tal situación, no le ha interesado a su propia conveniencia de dominio. Creativos de la escena han tenido que utilizar recursos propios para que este subsista, así como la creación de nuevas modalidades actorales, para que el actor logré su autoempleo. La secretaría de Cultura que nació en este sexenio, independizada a la secretaría de educación; únicamente ha servido para mantener a más burócratas, por lo que el gobierno que llega, debe considerar que la cuarta transformación del país, como es su objetivo; no se puede logar sin educación y fomento cultural. La misma situación guarda en la actualidad el cine, la música y cualquier expresión artística.