Para algunos colombianos llega la esperanza con su nuevo presidente y la vicepresidente de su país; pero otro más realistas, pueden apreciar en Iván Duque, aun titulado de honor para imponer la política neoliberalista que dictan los Estados Unidos, y así disfrutar de los privilegios que su vecino del norte les brinda a sus gobernantes y no el ataque continúo como el que embarga a Venezuela. Duque tratará de imponer una tecnocrácia parecida a la que Anaya quería imponer en México y un entreguismo como el que ha dibujado en su sexenio, Enrique Peña Nieto, quien estuvo presente en su toma de protesta en medio de lluvia en la capital colombiaba. Iván Duque sabe que estar del lado del neoliberalismo significa recibir apoyo económico e ignorar la violencia de su país, para calificarlo como un territorio de paz, aunque el país de las barras y las estrellas le impida su crecimiento y fomente la corrupción.
