Pocas veces se había visto en nuestro país, marchas transmitidas en vivo por la televisión. Eso no ocurría en los magno desfiles de protestas por parte de trabajadores del IMSS, de Luz y Fuerza, de los estudiantes universitarios que demandaban el pase automático a la UNAM o cuando los fraudes electorales, entre otras advertencias ciudadanas por el mal gobierno o su abuso. Ahora que se transmiten las protestas, principalmente apoyando un movimiento feminista y antilópezobradorista, con participaciones minoritarias y de grupos infiltrados que no nacen de la espontaneidad, se puede notar en pantalla lo que muchos deseaban fuera lo contrario, que en la capital del país se ha terminado con el cuerpo de granaderos cuya desaparición se demandaba desde el movimiento estudiantil del 68, y ahora los malintencionados llaman "granaderos", a un cuerpo policíaco más preparado, cuyo uniforme no incluye la macana y en donde el escudo agresor se ha convertido en un instrumento de contención para una estrategia de encapsulamiento y no de atropellamiento físico. Ahora las estampas exhiben como el policía de acompañamiento de marchas, es el agredido, y su escudo es el periódico mural de quien ha pintado la grosería. Se ha podido testimoniar como es el marchista quien es el más agresor, el más violento y quien en cada enfrentamiento resulta el victorioso, situación impensable con los legendarios granaderos, aunque los medios antiprogresistas digan que aún existen. Sin embargo tampoco se pueden descartar los abusos policíacos, la mala preparación, la corrupción y falta de recursos de cuerpos policíacos con otras funciones de seguridad, y cuya herencia de vestir a criminales de policías, se remarcó en la época de Arturo Durazo cuando fue Jefe de la Policía y en la época de Miguel Angel Mancera como Jefe de Gobierno. La semana pasada fueron siete días interesantes para la CDMX, en donde hubo reclamos, pintas, patadas, bloqueo de calles y otros actos violentos, derivados de las protestas en favor del aborto y en contra de los feminicidios, cuando a metros de la Entidad Federativa, se encuentra el Estado de México que tiene mayores índices delincuenciales y de feminicidios, y en donde nadie protesta nada en vez de hacerlo en la capital del país, en donde por primera vez se ha legalizado la interrupción del embarazo ante todos los Estados de la República, lo que exhibe a las protestas como parte de una masa agresora compuesta por oportunistas agitadores y rebeldes sin causa.Más en www.somoselespectador.blogspot.com