Tal y como lo señala una crónica periodística que asume que “todo
mundo apostaba a que Emilio Lozoya Austin se encontraba bajo arraigo en una
jaula de oro y era Falso,porque el delincuente confeso, se desplaza a sus
anchas inmerso en la vida de una atmósfera de un lujo desafiante. Tal y como lo
sorprendió la periodista Lourdes Mendoza –a la que Lozoya señaló de recibir sobornos de
funcionarios públicos-“ Lourdes llegó al
lugar porque fue avisada de que el exdirector de Pemex se encontraba en
una opípara cena en un restaurante de moda en Las Lomas de Chapultepec. Las facilidades para que presuntos
delincuentes anden sueltos en acogimiento de garantías de ley, no es más que
responsabilidad de aquellos legisladores que votaron en favor de una ley
procesal penal de porquería y que está en vigor para todo nuestro país, lo que
hace que el acontecimiento que mancha la reputación de los lugares de moda de
las Lomás, sean solamente anécdotas y debate de sobremesa amena. Al respecto el
Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la aparición de Emilio Lozoya
en el restaurante de lujo es un acto legal,
pero inmoral, imprudente, indignante, una provocación.Sugirió a la Fiscalía
General de la República (FGR) informar el estado del caso, aunque al mismo
tiempo reiteró su confianza en el fiscal Alejandro Gertz Manero. “Espero que le
alcance el tiempo, y que todo esto se aclare y se haga justicia”, y aseguró que
en su gobierno no hay venganzas, pero tampoco
se permiten los privilegios de quienes se sienten integrantes de castas
divinas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com